Vivir con la familia
Tenía 46 años cuando finalmente admití ante mí misma y ante alguien
más que mi abuela siempre se las arreglaba para hacerme sentir
culpable, enojada y controlada.
Anónimo
Podemos amar mucho a nuestra familia y preocuparnos por ella.
Nuestros familiares pueden amarnos y preocuparse por nosotros. Pero
interactuar con algunos miembros de la familia puede disparar
verdaderamente nuestra codependencia, y a veces, lanzarnos a un
profundo abismo de vergüenza, de rabia, de ira, de culpa y de
impotencia.
Puede ser difícil lograr desapegarse, a nivel emocional, de ciertos
miembros de la familia. Puede resultar difícil separar sus asuntos
de los nuestros. Puede ser difícil adueñarnos de nuestra fuerza.
Difícil, pero no imposible.
El primer paso es la aceptación y el estar conscientes, el reconocer
simplemente, sin culpa, nuestros sentimientos y pensamientos. No
tenemos que culpar a los miembros de nuestra familia. No tenemos que
culparnos ni avergonzarnos a nosotros mismos. La aceptación es la
meta, aceptación y libertad para escoger lo que queremos y
necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos con esa persona.
Podemos liberarnos de los patrones del pasado. Nos estamos
recuperando. La meta es el progreso.
Hoy, Poder Superior, ayúdame a ser paciente conmigo mismo mientras
aprendo a aplicar las conductas de recuperación con los miembros de
mi familia. Ayúdame a luchar hoy por estar consciente y lograr la
aceptación.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Otro post para reflexionar - FELIZ DIA!
Etiquetas:
autoayuda,
Desarrollo Humano,
familia,
Liderazgo,
relaciones interpersonales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Liliana, q lindo blog! que bueno =)
ResponderEliminarun beso*