viernes, 19 de marzo de 2010

CAMBIO DE DIRECCION!!

A pesar de que active el blog hace pocos dias, note que tuve algunas dificultades en la administracion del mismo y de los comentarios que dejaron personas que lo leyeron.
Asi es que decidi pasarme a Wordpress y veremos como nos sentimos con la nueva casita.

A los que estan leyendo los post diarios, muchas gracias y los invito a seguirlos en
http://lrconsultora.wordpress.com

Tambien agregare links relacionados con mis sitios favoritos y productos y servicios recomendados.

Como siempre, esty a disposicion para toda conversacion personal, profesional o de negocios que provea espacios e interaccion de beneficios mutuos.

NOS ESTAMOS VIENDO!!!

LilianaCoach

Hoy 22 años - 19 de marzo de 1988

Ese dia comenzo el resto de mi vida.
Me encontre cara a cara con el Amor de Dios que vino a mi para hacerme bien, para sanarme, para restaurarme y para renovar mi fe y mi esperanza en una vida mejor!

Nunca olvidare ese momento, donde una serie de Causalidades me llevaron al lugar correcto, en el momento justo para vivir esta experiencia que cambio para siempre el curso de mi Historia.

GRACIAS - GRACIAS - GRACIAS DIOS, es lo unico que puedo decir!

Y en gratitud, renuevo mi entrega amorosa y completa a Vos y a tus propositos magnificos para mi, para mi descendencia y para mi generacion. Tuya Soy!


Liliana

Quítate de en medio

"No quisiera estar en el medio, pero..." es señal de que nos hemos
puesto justo en medio en una situación.


No tenemos por qué vernos en medio de los asuntos, problemas o
comunicación de otras personas. Podemos dejar que los demás asuman
su responsabilidad hacia sí mismos en sus relaciones. Podemos dejar
que resuelvan solos los asuntos entre sí.
Ser un pacificador no significa que nos pongamos en medio. Somos
portadores de paz, permaneciendo en paz con nosotros mismos y no
armando alborotos. Somos pacificadores cuando no causamos el caos
adicional que se crea al ponernos en medio de los asuntos y las
relaciones de otras personas.
No te pongas en medio a menos que quieras estar ahí.


Hoy me negaré a aceptar cualquier invitación a ponerme en medio de
los asuntos, circunstancias y relaciones de otras personas. Confiaré
en que ellas solucionarán sus propios asuntos, incluyendo las ideas
y sentimientos que quieran comunicarse entre sí.

jueves, 18 de marzo de 2010

Dar poder + Seguridad

Marzo 17
Dar Poder

Tú puedes pensar. Tú puedes sentir. Tú puedes resolver tus
problemas. Tú te puedes cuidar solo.
Estas palabras con frecuencia me han beneficiado más que el consejo
más elaborado y profundo.
Qué fácil es caer en la trampa de dudar de nosotros mismos y de los
demás.


Cuando alguien nos cuenta un problema, ¿cuál es nuestra reacción?,
¿creemos que necesitamos resolvérselo a esa persona? ¿creemos que el
futuro de esa persona se basa en nuestra habilidad para aconsejarla?
Eso es pararse sobre arenas movedizas, que no es de lo que está
hecha la recuperación.
Cuando alguien está luchando con un sentimiento, o una ciénaga de
sentimientos, ¿cuál es nuestra reacción?, ¿qué la persona nunca
sobrevivirá a esa experiencia? ¿qué no está bien que alguien
sienta?, ¿qué esa persona no saldrá de esto intacta?
Cuando una persona se enfrenta a la tarea de asumir la
responsabilidad de su vida, y sus conductas, ¿ cuál es nuestra
respuesta?, ¿qué la persona no puede hacerlo?, ¿qué debo hacerlo yo
mismo para salvarla y que no se desvanezca en cenizas?, ¿qué no se
desmorone?, ¿qué no fracase?


¿Cuál es nuestra reacción hacia nosotros mismos cuando encontramos
un problema, un sentimiento, o cuando enfrentamos el trabajo de
asumir la responsabilidad de nosotros mismos?
¿Creemos en nosotros mismos y en los demás? ¿Le concedemos poder a la
gente- incluyéndonos a nosotros mismos- y a sus capacidades? ¿o le
damos poder al problema, al sentimiento o a la irresponsabilidad?
Podemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Podemos aprender a
pensar y a considerar nuestra respuesta antes de responder. "Siento
mucho que estés teniendo ese problema. Sé que puedes dar con una
solución. Parece que tienes por ahí algunos sentimientos. Sé que los
sabrás manejar y estarás del otro lado".
Cada uno de nosotros es responsable de si mismo. Eso no significa
que los demás no nos importen. No significa que de una manera fría,
calculada, le retiremos nuestro apoyo a los otros. Significa que
aprendemos a amarnos y a apoyarnos a nosotros mismos de maneras que sí
funcionan. Significa ponernos en contacto con amigos que nos aman y
nos apoyan de maneras que si funcionan.


Hoy me esforzaré por dar y recibir apoyo que sea puro y conceda
poder. Trabajaré por creer en mí mismo y en los demás, y en nuestra
mutua capacidad para ser competentes al lidiar con sentimientos, al
solucionar problemas y al asumir la responsabilidad de nosotros
mismos.


Seguridad

Uno de los efectos a largo plazo de haber vivido en el seno de una
familia disfuncional –de niños o de adultos- es que no nos sentimos
seguros.


Mucho de lo que llamamos codependencia ocurre porque no nos sentimos
seguros en nuestras relaciones. Esto puede hacer que controlemos a
otra persona, nos obsesionemos con ella o nos concentremos en la
otra persona, al tiempo que nos descuidamos a nosotros mismos o nos
cerramos a nuestros sentimientos.
Podemos aprender a sentirnos seguros y cómodos como parte de una
actitud amorosa, cuidadosa, hacia nosotros mismos.


Con frecuencia empezamos a sentir una sensación de seguridad y
comodidad cuando nos decidimos a asistir a las reuniones de los
grupos de Doce Pasos de grupos de apoyo. Estar con un amigo o amiga,
o hacer algo bueno por nosotros mismos nos ayuda a sentirnos amados y
protegidos. A veces, buscar a otra persona nos ayuda a sentirnos
seguros. La plegaria y la meditación nos ayuda a afirmar que nuestro
Poder Superior cuida de nosotros.
Ahora estamos a salvo. Podemos relajarnos . Quizá otros no hayan
estado ahí para apoyarnos de una manera consistente, que valga la
pena, pero estamos aprendiendo a apoyarnos a nosotros mismos.


Hoy me concentraré en hacerme sentir a mí mismo seguro y cómodo.

martes, 16 de marzo de 2010

Energía positiva

Es fácil observar a nuestro alrededor y darnos cuenta de lo que está
mal.
Observar qué está bien lleva su práctica.


Muchos de nosotros hemos vivido rodeados de negatividad durante
años. Nos hemos vuelto expertos en señalar qué está mal en los
demás, en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestro día, en
nuestras relaciones, con nosotros mismos, con nuestra conducta, con
nuestra recuperación.
Queremos ser realistas, y nuestra meta es identificar la realidad y
aceptarla.

Sin embargo, a menudo no podemos evitar practicar
la negatividad. El propósito de la negatividad suele ser la
aniquilación.
El pensamiento negativo acrecienta el problema. Nos aleja de la
armonía. La energía negativa sabotea y destruye. Tiene una poderosa
vida propia.


Y también la tiene la energía positiva. Cada día, podemos
preguntarnos qué está bien, qué es bueno, acerca de otras personas,
de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestro día, de nuestras
relaciones, de nosotros mismos, de nuestra conducta, de nuestra
recuperación.
La energía positiva cura, es conducto del amor y transforma. Escoge
la energía positiva.


Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir la negatividad. Transforma mis
creencias y mi pensamiento, desde su núcleo, de negativo a positivo.
Ponme en armonía con el bien.

lunes, 15 de marzo de 2010

Quita a la víctima

"¿Es que los demás no ven cuánto estoy sufriendo?" "¿Es que no ven que
necesito ayuda?" "¿Es que no les importa?"


La cosa no es que los otros vean o les importe. La cosa es que
nosotros nos veamos y nos preocupemos por nosotros mismos. A
menudo, cuando señalamos con el dedo a los demás, esperando que
tengan compasión de nosotros, es porque no hemos aceptado
completamente nuestro dolor. No hemos alcanzado ese punto de
preocuparnos de nosotros mismos. Estamos esperando que otro tome
conciencia de algo que nosotros aún no hemos tomado.


Nuestro trabajo consiste en tener compasión de nosotros mismos.
Cuando la tengamos, habremos dado el primer paso para dejar de ser
víctimas. Estamos en el camino hacia la autoresponsabilidad, el
cuidado de nosotros mismos y el cambio.


Hoy no esperaré a que otros me vean y les importe; yo asumiré la
responsabilidad de estar consciente de mí mismo.